El río Bogotá es uno de los ríos más importantes de Colombia y del departamento de Cundinamarca a pesar de no ser un río navegable ni especialmente caudaloso. La cuenca del rio Bogotá alberga cerca de nueve millones de personas, incluidos los ocho millones y medio habitantes de la ciudad de Bogotá. Tiene una longitud aproximada de 380 km.
Si bien se sabe, el río Bogotá maneja un alto grado de contaminación, pero no indica que sea el más contaminado del mundo sí tiene altos niveles de sustancias contaminantes y a su paso por la ciudad de Bogotá a demostrado ser un río muerto.
Desde su nacimiento en el municipio de Villa pinzón (provincia de Almeida), el rio Bogotá recibe la contaminación proveniente de varias curtiembres artesanales que arrojan sus desechos al río.
Las autoridades han tomado medidas para sancionar a los responsables de esta contaminación, sin embargo se han tomado soluciones a esta problemática tan compleja, pues la aplicación de sanciones generalmente afecta a la población que no tienen los suficientes soportes económicos, los desechos de las curtiembres no sólo afectan el rio Bogotá, sino su principal consecuente es el río Tunjuelo.
El desarrollo industrial de la provincia de Sabana Central introduce una alta cuota de contaminación en el río que a su paso por Bogotá recibe tres de sus principales afluentes los cuales descargan las aguas residuales provenientes de la ciudad: el Rio Salitre, el río Fucha y el río Tunjuelo.
Entre la desembocadura del Juan Amarillo hasta el Salto del Tequendama, el rio Bogotá se considera un río muerto pues no posee vida macrobiótica alguna. Son variadas las causas: A la carga de desechos biológicos e industriales aportada por alrededor de ocho millones de habitantes tanto de la capital como de los municipios de la Sabana, en este tramo el río es un típico río de planicie, con un mínimo de velocidad lo que acentúa su septicidad y hace prácticamente imposible la autodepuración para las altísimas cargas orgánicas que recibe. En este tramo las aguas no poseen oxígeno.
El rio Bogotá aún recibe la carga contaminante de los alcantarillados de los municipios aledaños, pero siendo bajo el desarrollo industrial de los municipios de las provincias del Tequendama y el Alto Magdalena, su curso es mucho menos contaminado. Aun así, el Bogotá es la principal fuente de contaminación del Río Magdalena.
Para 1999, la Procuraduría General de la Nación atiende las críticas del proyecto de descontaminación del río Bogotá, por sus altas inversiones y pocos resultados por lo que se define la necesidad de establecer un grupo técnico independiente que acompañe el proceso.
Se hallaron soluciones para el río como la construcción de las tres plantas de tratamiento, desde ese momento, el distrito indicó que no contaba con los recursos para terminar la primera fase de este proyecto.
En el año 2003 el alcalde Mockus y el director de la CAR (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca) propusieron crear un fondo mixto para la gestión ambiental en el distrito, donde se verá la recuperación.
Las dificultades más notorias en la recuperación del río han sido las siguientes:
§ La complejidad de coordinación entre las diferentes instituciones implicadas (Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial, Gobierno de la Ciudad, Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Gobernación de Cundinamarca, Corporación Autónoma Regional) las cuales aún no cuentan con un espacio conjunto dedicado al tema de saneamiento del río.
§ La dificultad en la asignación de recursos pues este al ser un río que discurre marginalmente a la ciudad (de hecho es el límite occidental de la misma) no genera la misma preocupación ciudadana que otros ríos que discurren por el centro de la ciudad.
§ El caso de la Planta El Salitre donde la gran cantidad de conexiones erradas que combinan aguas residuales con aguas lluvias o viceversa han llevado a que el sistema de alcantarillado separado sea prácticamente inútil en épocas invernales.
Actualmente el Ministerio de Ambiente argumenta que la administración de Samuel Moreno debe incluir dentro del plan de desarrollo soluciones con el fin de lograr un cierre financiero de para descontaminar el Río Bogotá en el año 2015, un sueño que hasta el momento no se ve cristalino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario